«Ella corre, despavorida, y huye. Huye de la masacre. Atrás van quedando los gritos, las balas, el fuego y el humo. Atrás quedan 141 amigos, vecinos, familiares. Asesinados todos en Cerro Pando. Por eso ella corre, y corre, y brinca entre los matorrales, fundiéndose con la espesura del bosque. A cada brinco va desprendiéndose de su humanidad, en cada metro conquistado deja de ser ella y se convierte en otra cosa. Corre, huye, se salva y se transforma.» (La muerte de la Siguanaba, de Daniel Valencia Caravantes).
El último aleteo de Andrea – Marisol Salinas – Foto: Juanjo Ivaldi
El último aleteo de Andrea – Marisol Salinas – Foto: Juanjo Ivaldi
El último aleteo de Andrea – Marisol Salinas – Foto: Juanjo Ivaldi
El último aleteo de Andrea – Marisol Salinas – Foto: Juanjo Ivaldi
El último aleteo de Andrea – Marisol Salinas – Foto: Juanjo Ivaldi
El último aleteo de Andrea – Marisol Salinas – Foto: Juanjo Vivaldi
El último aleteo de Andrea – Marisol Salinas – Foto: Ramón Merino
El último aleteo de Andrea – Marisol Salinas – Foto: Ramón Merino
El último aleteo de Andrea – Marisol Salinas – Foto: Ramón Merino
El último aleteo de Andrea – Foto: Milton Barahona
El último aleteo de Andrea – Foto: Milton Barahona
El último aleteo de Andrea – Foto: Milton Barahona
El último aleteo de Andrea – Foto: Milton Barahona
El último aleteo de Andrea – Foto: Jorge Izquierdo
El último aleteo de Andrea – Foto: Jorge Izquierdo